En las ultimas horas, el gobierno intenta instalar mensajes de solidaridad con Claudio Vidal, que el lunes fue echado por trabajadores de la pesquera Barillari, quienes repudiaron su visita a la planta ubicada en la ciudad de la zona norte.

Para la secretaria de Gobierno de Río Gallegos “lo que pasó es sintomático del hartazgo que generan la mentira y las faltas de respeto por parte de un gobernador que no dejó sector por atacar, y ahora se victimiza porque lo abuchean”.Sara Delgado indicó que, en lo que va de la gestión provincial, “se atacó los derechos de los estatales con la complicidad de ATE y los demás sindicatos, se naturalizaron los discursos contra las mujeres y diversidades, contra los extranjeros, contra las personas con discapacidad, las organizaciones sociales y las cooperativas. También se instauró un modelo de cacería de brujas autóctono y de persecución y espionaje a dirigentes políticos como Pablo Grasso”.Con la necesidad de congraciarse con el viento de cola fascista, “Vidal y su equipo desmantelaron todas las políticas públicas y se acovacharon en el estado para cuidar sus privilegios. Ningún área funciona como corresponde porque no hay gestión más que señalar con el dedo a una sociedad que se cansó de la mentira”, añadió la funcionaria.

Por eso, para la secretaria del gabinete de Grasso, “ver a los ministros obsecuentes sacar comunicados en apoyo a Vidal, hablando de ‘consenso y coso’, es cuanto menos un chiste. Señores, su gobernador no se banca el disenso, es violento con quienes piensan diferente, solo les da entrevistas a periodistas que no le preguntan nada trascendente, acusa a todos de delincuentes cuando el único que estuvo en cana fue él y hoy les da contratos millonarios a sus amigos. Chupándole las medias no lo ayudan, avísenle que esta sin ropa y lo podemos ver”.Para finalizar, Delgado advirtió a la sociedad santacruceña sobre los discursos xenófobos que aparecen en respuesta a lo de Barillari. “Vemos como desde cuentas falsas y con algunos caraduras que están en la gestión se quiere instalar que el reclamo de las cooperativas de Barillari vale menos porque son de la comunidad boliviana. Tenemos un gobernador que cree en el odio como forma de hacer política, y siempre que se ve en apuros apela a estos mensajes rancios, como cuando les dijo a los desocupados de UOCRA que el problema en represas era que los de afuera le quitaban el trabajo, cuando ordenó el cobro de atención hospitalaria a migrantes o cuando atacaron a Grasso por reunirse con el cónsul de Chile”.